Los impuestos, especialmente el IVA, pueden llegar a ser un auténtico quebradero de cabeza para PYMEs y autónomos. Sin embargo, las deducciones fiscales ayudan a reducir esta carga, permitiendo optimizar los recursos y aumentar la rentabilidad del negocio. Por este motivo, es importante conocer cuáles son los gastos deducibles en el IVA, ya que no todo el IVA soportado es deducible.

La Agencia Tributaria define una serie de criterios de obligado cumplimiento para desgravar el IVA y poder deducir los gastos asociados a la actividad.

¿Qué requisitos existen para la deducción del IVA?

Los gastos deducibles en el IVA son aquellos vinculados directamente al desarrollo de la actividad profesional o empresarial. Es imprescindible que estos gastos estén registrados en la contabilidad y sean justificados, para lo que es necesario una factura. Si los gastos no cumplen con alguno de estos requisitos, el IVA no será deducible y, por lo tanto, no podrá incluirse en el modelo 303.

Hay que tener en cuenta que el IVA apenas es deducible en la misma proporción que el gasto afecte a la actividad. Es decir, si un gasto está imputado al 50%, el IVA correspondiente será deducible al 50%. Además, en caso de que realices dos actividades con distintos tipos de IVA y una de ellas esté exenta, deberás aplicar la regla de la prorrata del IVA para determinar el porcentaje de IVA que puedes deducir.

A pesar de que los gastos deducibles en el IVA se aplican en las declaraciones trimestrales, la deducción del IVA puede solicitarse en un plazo máximo de cuatro años desde la emisión de la factura. En caso de que se exceda este limite, se pierde el derecho a deducción. Por eso es importante guardar todas las facturas, al menos, durante cuatro años, ya que la Agencia Tributaria puede pedirte justificantes de todos los gastos incluidos en la declaración.

¿Cuáles son los gastos deducibles en el IVA?

Estos son algunos de los gastos deducibles en el IVA más habituales entre los autónomos:

• Consumos de explotación. Se trata de los gastos generados por la compra de materiales necesarios para el desarrollo de la actividad.
  
  
• Arrendamientos y cánones sujetos a IVA. Por ejemplo, el pago por el alquiler del local donde se desarrolla la actividad, que podría deducirse en su totalidad.
  
  
• Servicios de profesionales independientes. Se trata de los pagos realizados por la prestación de servicios a abogados, notarios, asesorías, etc.
  
  
• Otros servicios exteriores. Por ejemplo, los suministros, la publicidad o el teléfono.
  
  
• Tributos fiscalmente deducibles. Como por ejemplo, el IBI o el canon de recogida de residuos.
  
  
• Bienes de inversión. Estos gastos también son deducibles en el trimestre en que se realiza su compra.
  
  
• Gastos de vehículo: El IVA de los vehículos afectos a la actividad se puede deducir al 50%. Ocurre lo mismo con los gastos relacionados (reparaciones, carburante, entre otros). En el caso de los taxistas, las autoescuelas o el transporte de mercancías, el IVA puede ser deducible al 100%.
  
  

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