La externalización, también conocida como outsourcing, es una tendencia por la que cada vez apuestan más PYMEs y emprendedores. ¿El objetivo? Tratar de conseguir una mayor eficiencia de costes y un aumento de la competitividad. Pero, ¿será que esta estrategia siempre compensa? ¿Qué posibilidades tiene para tu empresa?

La verdad es que el outsourcing puede resultar muy beneficioso para diversas áreas. Al fin al cabo, todas las empresas buscan aprovechar al máximo la experiencia de profesionales especializados que aporten soluciones para mejorar su funcionamiento y optimizar su sistema de negocio.

¿Qué es exactamente el outsourcing?

El outsourcing consiste en delegar determinados procesos a un profesional especializado externo a la empresa. Actualmente, los servicios de outsourcing más demandados por PYMEs, autónomos y emprendedores abarcan diversas áreas, desde recursos humanos o marketing hasta el área financiera o contable.

Externalizar determinados procesos a un proveedor especializado permite a las empresas poder centrarse en su actividad principal. No hay duda de que esto puede ser muy positivo para el rendimiento del negocio, debido a la optimización de costes y la mejora en la calidad del servicio.

Las ventajas del outsourcing

1. Reducción costes

Una de las principales ventajas que ofrece la externalización es la reducción de la inversión en infraestructura o en contratación de empleados, que se hagan cargo de esas tareas que no son una función específica de la empresa.

Además, el outsourcing permite transformar costes fijos en variables, ya que la subcontratación de servicios conlleva un precio fijo, lo que nos permite obtener una previsión más detallada del coste.

2. Menor riesgo empresarial

Al reducir la inversión, también se reduce el riesgo empresarial. Esto permite, tanto a PYMEs como a autónomos, destinar esos recursos a nuevos proyectos u otras áreas de negocio.

3. Aumento de la productividad y la calidad del servicio

Una empresa especializada es la encargada de llevar a cabo el trabajo, lo que favorece la calidad del servicio y aumento de la productividad. A esto hay que añadir que tu empresa podrá dedicar todos sus esfuerzos a su actividad principal y a las tareas que realmente aportan valor añadido al negocio.

4. Flexibilidad

El outsourcing te permitirá también adaptarte más rápido a los cambios y a las necesidades del mercado. Además, al mejorar nuestra capacidad de respuesta, la externalización favorece la eficiencia en el desarrollo de procesos y en la orientación de los recursos.

Pero… ¿Siempre es rentable?

La verdad es que el outsourcing aporta numerosas ventajas, pero es cierto que no siempre resulta ser la mejor opción. Si hay aspectos de tu negocio que no controlas, la externalización puede ser una buena estrategia. Hablamos de aquellas tareas que no son especialidad de la empresa y que pueden suponer una importante pérdida de tiempo y esfuerzo.

Lo más habitual es externalizar los servicios “secundarios” de la empresa, como por ejemplo, asesoría, logística, marketing, recursos humanos o servicios informáticos.

Pero recuerda que es importante analizar bien si la externalización te ayudará a ahorrar costes o encarecerá tu producto. ¿Qué es más rentable contratar un asesor fiscal que sea un experto en materia fiscal y contable, o intentar llevar tú mismo la contabilidad de tu empresa?

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