Todos los trabajadores están obligados a tributar por los ingresos obtenidos y a cotizar ante la Tesorería General de la Seguridad Social. Los autónomos son parte de este colectivo, motivo por el que deben cumplir con todas sus obligaciones. Estos profesionales cuentan con un régimen específico, conocido como Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), en el cual deben inscribirse todas aquellas personas que trabajen y desarrollen una actividad económica por cuenta propia de manera habitual, personal y directa.

En el plano de la Seguridad Social, los autónomos están obligados a pagar una cuota mínima mensual que actualmente se sitúa en los 278,88 euros y que corresponde a la base mínima (932,70 euros), la cual suele estar relacionada con el volumen de ingresos del trabajador. El cálculo de la cuota a pagar depende de la base elegida, la cual puede fluctuar entre los 932,70 euros mínimos y los 3803,70 euros máximos. Una vez elegida, el autónomo deberá abonar a la Seguridad Social el 29,90 %.

Cambios en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)

De todas formas, todo apunta a que el RETA que actualmente conocemos no tendrá nada que ver con el que estará disponible a partir de 2019. Es cierto que existen bonificaciones en el RETA para aquellos que inician su actividad (como la conocida como tarifa plana de 50 euros), pero, una vez concluido ese período de dos años, los profesionales deben pagar 278,88 euros como mínimo independientemente de sus ingresos. Esto hace que aquellos autónomos con ingresos reducidos (algunos no alcanzan ni el Salario Mínimo Interprofesional) tengan muy difícil soportar la carga impositiva a final de mes.

Por todo ello, Gobierno, partidos políticos y asociaciones de autónomos se han reunido para buscar una solución que permita amoldar las obligaciones tributarias a los ingresos reales en el RETA. Todo se encuentra en fase de estudio y deliberación, pero es realmente posible que en 2019 podamos ver un RETA que realmente tenga en cuenta las particularidades económicas de cada profesional autónomo.

Nuevas cuotas en la cotización de autónomos

La posible subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2019 hasta los 900 euros ha provocado que los autónomos tengan que pagar una cuota aún mayor, ya que la base mínima corresponde inexorablemente al SMI anual dividido en 12 pagas. Según las asociaciones, todo ello conllevaría un aumento de las cuotas del RETA de 420 euros anuales, una cifra que, sumada a las últimas subidas, resultaría muy difícil de satisfacer por un buen número de profesionales.

El Gobierno ha explicado que la mejora del SMI no implicará tal aumento de las cuotas. O al menos, un aumento tan significativo, ya que el Ministerio de Trabajo ya ha advertido de que habrá que aumentarlas sí o sí para hacer frente al nuevo modelo de cotización. En las últimas semanas, algunos autónomos ya han dejado caer que aceptarían nuevas subidas. Por ejemplo, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) señaló que aceptaría un aumento de 226 euros anuales, una cifra muy superior a la marcada por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), la cual se situó entre 45 y 56 euros al año.

Esta última propuesta contempla tres escenarios. El primero, pasaría por subir la base mínima un 1,5 % y mantener el tipo en 29,90 %. Conllevaría un aumento de 50 euros al año. El segundo pasaría por aumentar la base mínima un 1 % e incrementar el tipo hasta el 30 %. Sería la más gravosa de las tres: 55 euros anuales. Por último, ATA propone mantener la base mínima en 932,70 euros pero incrementar los tipos de forma progresiva: 30,3 % en 2019, 30,6 % en 2020 y 30,9 % en 2021.

Estos escenarios deberían ir de la mano de otras medidas basadas, precisamente, en la cotización en función del volumen de ingresos, las cuales estarían destinadas a proteger a todos los profesionales por cuenta propia que no superen el SMI.

De esta manera, la cuota del RETA pasaría a ser de 55 euros para los que ingresen 6.000 euros o menos al año; de 75 euros para los que facturen entre 6.001 y 8.000 euros; de 100 euros para los que se sitúen en 8.001 y 10.000 euros; y de 125 para los que alcancen entre 10.001 y 12.600 euros.

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