¿Cómo definir las condiciones de pago?
Jasmin Software - 10 agosto, 2018 - 5 minutosJasmin te permite definir las condiciones de pago de forma fácil y transparente, reforzando la confianza de tus clientes en el proceso de venta.
Las condiciones de pago deben ser acordadas entre el vendedor y el comprador en el momento del intercambio comercial. Estas deben incluirse en la factura y deben definir cómo y cuándo se realizará el pago. Un pago puede efectuarse de diversas formas (efectivo, tarjeta, domiciliación, etc.) y en diferentes plazos – al momento, o días después de la emisión de la factura.
Existen tres tipos de pago:
- Al contado – cuando el pago se hace en el momento de la transacción y por norma se usa en operaciones de venta directa;
- Anticipado – cuando el pago se hace antes de la prestación del servicio o de la entrega del bien;
- Aplazado – cuando el pago se hace, parcial o totalmente, en un momento posterior a la fecha de la operación.
En el caso de los pagos aplazados, el plazo debe definirse antes de la emisión de la factura. La ley prevé hasta 30 días cuando el cliente es una administración pública y 60 días para operaciones entre empresas privadas o entre profesionales.
Definir las condiciones de pago
Para definir las condiciones de pago, debes seguir los siguientes pasos:
- Accede a Ventas | Facturas;
- Haz clic en Crear;
- Selecciona el Tipo de Documento según las condiciones de pago acordadas con un determinado Cliente:
– Factura al contado (FC) o simplificada (FS) para pagos al contado;
– Factura aplazada (FA) para pagos posteriores a la fecha de emisión de la factura. - En el campo Condiciones de Pago, en el caso de que aún no exista en la Lista la condición deseada, selecciona la opción Crear;
- Define la condición, la descripción y el plazo de pago;
- Al terminar, haz clic en Guardar y Volver.
- En la Lista, selecciona la condición de pago creada.
- Realiza las demás configuraciones.
Se recomienda indicar siempre en la factura las condiciones de pago acordadas. A pesar de que no se trata de un procedimiento obligatorio, es una protección jurídica tanto para el vendedor como para el cliente. Por ejemplo, en casos de retraso en el pago o en la entrega de los bienes o servicios.